ANÉCDOTA Nº 1:
El fin de semana pasado me fui de excursión a la montaña con mi amigo
Manuel, un español simpático y divertido. Caminamos durante casi 3 horas; y en
un lugar ideal, armamos nuestro campamento y nuestra tienda de campaña. Muy
entusiasmados, íbamos a cocinar nuestro almuerzo cuando nos percatamos que no
habíamos comprado alimentos. Grité frustrado: Manolo ¡Qué despiste! ¡Sin nada
para comer, nos regresamos a casa, a acampar en el jardín! Y luego de caminar 3
horas de vuelta, terminamos tiramos en el césped y le pedimos a mi madre, que
nos alimentara. Hasta allí llegó nuestro espíritu aventurero.
ANÉCDOTA Nº 2:
Durante el verano fui de vacaciones a España y visité Barcelona y Madrid.
Viajé en avión a Barcelona, la recorrí y luego tomé el AVE (que es un tren de
Alta Velocidad en España), para llegar a Madrid. Paseé por las ramblas, conocí
la Iglesia de La Sagrada Familia y el estadio de fútbol “Camp Nou”, sede del
equipo español del Barcelona F.C. En Madrid, conocí el estadio "Santiago
Bernabéu", sede del Real Madrid. Caminé por la Gran Vía y comí comida
típica española. Regresé a casa feliz por mis vacaciones y por el regreso a mi
“hogar, dulce hogar”.
