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LA CHICA Y EL MAGO.
Érase una vez, una señora mayor que estaba muy enferma y que vivía muy sola. Llamó a su hija para que viniese a ayudar a hacerle la comida y comprar alimentos. Entonces su hija se detuvo en la tienda para comprarle pan, carne y las verduras. Después de que terminó de hacer las compras, la chica decidió pasar por el bosque que le llevaría directamente a la casa de su mamá. En el trayecto, encontró a un mago que recogía flores. Se detuvo y le preguntó ¿eres un mago? El mago le respondió que sí. Entonces la chica le pidió si podía hacer algo de magia y darle un caballo. El mago estuvo de acuerdo e hizo varios pases mágicos y le dio un caballo. La chica estaba muy contenta, le agradeció y se fue a casa de su mamá, montada en el caballo. Cuando llegó a la casa, ató el caballo y entró, diciendo: "Mamá, soy yo y traje de comer". Luego le dijo que tenía un caballo y que viniese a verlo afuer. La mamá fue a ver afuera y lo que encontró fue a un perro, por lo que le preguntó a la chica que si le estaba haciendo una broma, ya que allí no había un caballo sino un perro. La chica salió a ver lo que su mamá le decía y quedó sorprendida al ver que no había un caballo, sino un perro atado.
Érase una vez, una señora mayor que estaba muy enferma y que vivía muy sola. Llamó a su hija para que viniese a ayudar a hacerle la comida y comprar alimentos. Entonces su hija se detuvo en la tienda para comprarle pan, carne y las verduras. Después de que terminó de hacer las compras, la chica decidió pasar por el bosque que le llevaría directamente a la casa de su mamá. En el trayecto, encontró a un mago que recogía flores. Se detuvo y le preguntó ¿eres un mago? El mago le respondió que sí. Entonces la chica le pidió si podía hacer algo de magia y darle un caballo. El mago estuvo de acuerdo e hizo varios pases mágicos y le dio un caballo. La chica estaba muy contenta, le agradeció y se fue a casa de su mamá, montada en el caballo. Cuando llegó a la casa, ató el caballo y entró, diciendo: "Mamá, soy yo y traje de comer". Luego le dijo que tenía un caballo y que viniese a verlo afuer. La mamá fue a ver afuera y lo que encontró fue a un perro, por lo que le preguntó a la chica que si le estaba haciendo una broma, ya que allí no había un caballo sino un perro. La chica salió a ver lo que su mamá le decía y quedó sorprendida al ver que no había un caballo, sino un perro atado.
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