El Capítulo Cuarto de la Obra "Don Quijote" trata de la lucha que libró el viejo caballero llamado Don Quijote de La Mancha (quien estaba mal de la cabeza), contra los supuestos gigantes, que en realidad eran molinos de viento.
Su fiel escudero, llamado Sancho Panza, que en realidad era un sirviente y amigo de Don Quijote, como sabía que estaba un poco loco, le advirtió que no eran gigantes sino molinos de viento, pero fue inútil, porque igual Don Quijote arremetió en solitario contra esos supuestos gigantes, creyendo que Sancho no le acompañaba, porque tenía miedo. Pero luego que terminó golpeado y derrotado le dijo a su fiel amigo que en realidad había sido víctima de un hechizo que le había arrojado su enemigo el sabio Frestón, quien convirtió a los gigantes en molinos de viento, solo para arrebatarle la gloria de vencerles. Finalmente, en la noche y en actitud más realista, Sancho le ofreció comida y bebida, que no aceptó el estoico caballero, quien tampoco aceptó descansar, por lo que Sancho, simplemente se fue a dormir, mientras que Don Quijote, permaneció en vela, en solitario, solo pensando en su amada Dulcinea.
RESUMEN del RESUMEN:
El texto trata de la lucha que libró el viejo
caballero llamado Don Quijote de La Mancha (quien estaba mal de la cabeza),
contra los supuestos gigantes, que en realidad eran molinos de viento, aun
cuando su fiel compañero, amigo y escudero, Sancho Panza, le había advertido
que el supuesto enemigo no era tal. Igual Don Quijote arremetió contra los molinos de viento y terminó golpeado y derrotado. Ante lo ocurrido se excusó
diciendo a su amigo Sancho que había sido víctima de un hechizo de su enemigo el sabio Frestón, quien convirtió a los gigantes en molinos
de viento, solo para arrebatarle la gloria de vencerles. Al final, el estoico
caballero, quien no quiso comer ni beber, terminó en vela, mientras Sancho,
mucho más realista, se fue a dormir, dejando a Don Quijote, solo, pensando en
su amada Dulcinea.
