Répondre :
CUANDO LA REALIDAD TRASPASA LA IMAGINACIÓN.
Quiero contarles una historia que salió publicada en un diario de habla hispana, sobre un fotógrafo y documentalista franco-español, llamado Christian Poveda, quien realizó un documental, titulado “La vida loca”, el cual fue filmado durante 16 meses en Centroamérica, específicamente en el barrio de La Campera, en El Salvador, para exponer la realidad de las maras (pandillas juveniles).
Él, al igual que Martin Luther King, también tenía "un sueño" y era el que dos grandes maras (la 18 y la Salvatrucha) hicieran un acuerdo de paz; ya que entendía que la formación de esas pandillas juveniles eran producto de la violencia derivada de la guerra civil que vivió El Salvador (como país centroamericano), durante los años 80; lo que motivó la emigración de muchos jóvenes pandilleros, a los E.E.U.U., cuya política fue la repatriación, como solución al problema social que generaban.
Esta aparente solución, llevó a los jóvenes pandilleros a instaurar las maras en el país, lo que luego se extendió en la región, y después al mundo.
Toda esta problemática como fenómeno social, fue tratado en esa película con 90 minutos de filmación, la cual fue proyectada en España y Francia. Pero lo peculiar de esta historia, se encuentra en lo que sucedió fuera y después de haber realizado la película, ya que su director, Christian Poveda, cuando regresó a El Salvador, prácticamente se convirtió en el protagonista de una nueva historia, porque murió tiroteado por las mismas pandillas, cuyas vidas y cotidianeidad habían sido registradas en el film; producto de la misma violencia que perdura y se renueva en las calles que sirven de escenario a estos grupos delincuenciales, que se transforman y se actualizan a una increíble velocidad. La muerte de este director catapultó la presentación del film en el Festival de San Sebastián del año 2008, por su productor Luis Ángel Bellaba, quien explicó a la prensa, como el rodaje testimonial de esta película se convirtió “en el jardín del cual Christian no pudo escapar”.
Nuevamente confirmamos con esta triste historia que la realidad generalmente se escapa de la imaginación y puede crecer más allá que cualquier guión o ficción que se pueda llevar a las pantallas de cine.
Quiero contarles una historia que salió publicada en un diario de habla hispana, sobre un fotógrafo y documentalista franco-español, llamado Christian Poveda, quien realizó un documental, titulado “La vida loca”, el cual fue filmado durante 16 meses en Centroamérica, específicamente en el barrio de La Campera, en El Salvador, para exponer la realidad de las maras (pandillas juveniles).
Él, al igual que Martin Luther King, también tenía "un sueño" y era el que dos grandes maras (la 18 y la Salvatrucha) hicieran un acuerdo de paz; ya que entendía que la formación de esas pandillas juveniles eran producto de la violencia derivada de la guerra civil que vivió El Salvador (como país centroamericano), durante los años 80; lo que motivó la emigración de muchos jóvenes pandilleros, a los E.E.U.U., cuya política fue la repatriación, como solución al problema social que generaban.
Esta aparente solución, llevó a los jóvenes pandilleros a instaurar las maras en el país, lo que luego se extendió en la región, y después al mundo.
Toda esta problemática como fenómeno social, fue tratado en esa película con 90 minutos de filmación, la cual fue proyectada en España y Francia. Pero lo peculiar de esta historia, se encuentra en lo que sucedió fuera y después de haber realizado la película, ya que su director, Christian Poveda, cuando regresó a El Salvador, prácticamente se convirtió en el protagonista de una nueva historia, porque murió tiroteado por las mismas pandillas, cuyas vidas y cotidianeidad habían sido registradas en el film; producto de la misma violencia que perdura y se renueva en las calles que sirven de escenario a estos grupos delincuenciales, que se transforman y se actualizan a una increíble velocidad. La muerte de este director catapultó la presentación del film en el Festival de San Sebastián del año 2008, por su productor Luis Ángel Bellaba, quien explicó a la prensa, como el rodaje testimonial de esta película se convirtió “en el jardín del cual Christian no pudo escapar”.
Nuevamente confirmamos con esta triste historia que la realidad generalmente se escapa de la imaginación y puede crecer más allá que cualquier guión o ficción que se pueda llevar a las pantallas de cine.
Merci d'avoir visité notre site Web, qui traite d'environ Espagnol. Nous espérons que les informations partagées vous ont été utiles. N'hésitez pas à nous contacter pour toute question ou demande d'assistance. À bientôt, et pensez à ajouter ce site à vos favoris !