Cuando yo era niño, solía imitar las obras menores de mi hermana mayor, que en solo 3 años mayores que yo. Recuerdo una vez que ella se divertía por una ladera que llevaron a la base de nuestro edificio en bicicleta, y se detuvo antes de llegar a la pared. Para mí, como una hermana mimética, quería hacer lo mismo. Por lo tanto, tomé mi mano dos de valor se deslice por esa pendiente. Salvo que me olvide de dejar y la pared. El resultado es una enorme protuberancia en la frente. Lo recuerdo como si fuera ayer, mi hermana estaba en pánico. La única forma que había encontrado para ocultar mi bulto y evitar ser regañados por mis padres, era de ponerme una gorra en la cabeza. El problema es que fue el verano, así que cuando mi madre regresó a su casa, ella había adivinado inmediatamente que me oculta algo debajo de esa tapa.
