El sábado por la mañana, me he levantado a las nueve y media y he desayunado. Luego he hecho mis deberes hasta las once y media. A las once y media he mirado la televisión.
A las doce y media he almorzado y a las una y media, me he vestido y a las dos, he ido [al centro de actividades]. He quedado allí hasta las seis de la tarde, y mi madre ha venido a recogerme. Me he duchado a las siete y media, y he cenado a las ocho de la tarde. Me he acostado a las nueve para levantarme a las cinco de la mañana.
El domingo me he levantado a las cinco de la mañana, me he vestido, cepillado los dientes, y he salido de casa para preparar mi poney para hacer equitación. Cuando ya mi poney estaba preparado, me he ido a Lézignan. Cuándo ya he llegado, me he ocupado de mi poney lo he relajado para hacer mi circuito. Y luego he ido a mirar mis amigos hacer equitación y he entrado a casa.
